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viernes, 15 de octubre de 2010

Ni Descubrimiento de América, Ni Día de la Raza, Ni Encuentro de Dos Mundos


Si se revisa la Declaración Universal de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, no es otra cosa que una forma disimulada de conmemorar sin reconocer que hubo el “genocidio más grande que pueda registrar la historia del mundo” (Hugo Chávez Dixit), cuyos efectos, 518 años después, continúan sistemáticamente explotando y oprimiendo a los primigenios originales del continente americano: los indígenas.

Pero al margen de cualquier declaración y por más que la poderosa minoría burguesía criolla y blanca del continente pretenda hacer creer lo contrario, las condiciones de vida de los pueblos originarios de la actual América Latina no han mejorado sustancialmente. Al respecto, México es un claro ejemplo de las racistas visiones euro céntricas que en pleno 2010 todavía dominan la percepción del mundo ante las tendencias homogenizadoras de una globalización que excluye, discrimina y promueve una guerra de exterminio de baja pero permanente intensidad contra sus pueblos autóctonos.

Al respecto el Doctor en estudios latinoamericanos Alfredo Velarde, dice que “cada 12 de octubre, las proclamas y pronunciamientos de afirmación reivindicativa alusivos a los derechos indios se generalizan y, en rigor, no pasa nada que verdaderamente detone un efecto revulsivo que contribuya a transformar, de raíz, las asimétricas realidades de un mundo donde los indígenas, invariablemente, siguen siendo los de abajo constreñidos permanentemente”.

Por eso, más que redundar sobre las polémicas en derredor del “descubrimiento de 1492” (que, en realidad, se había realizado hace más de 20 mil años por diversos pueblos asiáticos que colonizaron el continente), de lo que debiera tratarse, ahora, es de des encubrir lo que se ha encubierto alrededor del “descubrimiento” y todo el genocida drama que vino después como un desagravio histórico aún pendiente de resolución, remata Velarde.

Es importante no olvidar que algunos elementos de la declaratoria indígena de la ONU, fueron vetados en México por el gobierno de Fecal-IP, que son los trascendentales para la sobrevivencia de los pueblos indígenas mexicanos: los concernientes al derecho de autonomía, libre determinación, autogobierno, territorio y recursos naturales.

Lo mismo ha sucedido en otras latitudes en donde prevalece la fascistoide mentalidad de la supremacía blanca, por ejemplo en Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zalanda que objetaron las disposiciones sobre territorios y recursos de los pueblos.

Frente a los festejos bicentenarios oficiales de burdel y los centenarios de oropel, el movimiento indio resiste y persiste, no con la ayuda del Estado ni sin él, sino a pesar y en contra de él. En ese sentido son, han sido y serán las propias comunidades indígenas las que con su lucha han logrado algunas conquistas de sus justos reclamos en materia de autonomía y autodeterminación, así como en el reconocimiento al derecho sobre sus territorios y de los recursos naturales que en ellos se encuentren, pues no serán jamás las grandes corporaciones nacionales ni transnacionales las que los reconozcan por voluntad propia. A todos nos corresponde apoyar a los indígenas porque nosotros también somos ellos.

Enrique Cisneros, coordinador del alternativo Festival Internacional Cervantino Callejero de Cleta que se celebra en el mes de octubre, hace una denuncia que sacude: “al pueblo mexicano lo han acostumbrado a perder y lo que es peor, a festejar y conmemorar sus derrotas. Durante siglos en México se conmemoró el 12 de octubre como el ‘Día de la Raza’, argumentando que el 12 de octubre de 1942 fue el día en que Cristóbal Colón descubrió América. Pero esa fecha fue el inicio de la consolidación capitalista a partir de un proceso brutal de acumulación de capital.”

Y lloramos nuestros triunfos: “También en la historia que nos imponen se llama ‘La Noche Triste’ a la derrota sufrida por las huestes de Hernán Cortés a manos de los guerreros mexicas, la noche del 30 de junio de 1520... Esa fue una victoria pero para hacernos perdedores nos la revierten y lo que deberíamos de recordar como la ‘Noche Alegre’ nos la enseñan como triste porque lloró el enemigo ¿Alguien recordó acaso que el pasado lunes 30 de junio se cumplieron 490 años de esa gesta heroica de nuestros antepasados?” cuestiona Cisneros.

En 1992 el mundo se preparaba para festejar los 500 años de la llagada de los españoles y ante el rechazo generalizado de los pueblos latinoamericanos a ese evento los gobiernos capitalistas le cambiaron el nombre a su celebración poniéndole “Aniversario del Encuentro de Dos Mundos”, pero eso no cambia el hecho histórico de que esa fue la fecha en que se inició uno de los genocidios más grandes de la historia, la eliminación de millones de seres humanos, que con el pretexto de que eran salvajes fueron asesinados, las mujeres violadas y todos los nativos despojados de su tierra, sus recursos naturales y sus riquezas.

En este 2010 es pertinente preguntarse ¿qué vamos a festejar? Si Independencia, Revolución y Verdadera Liberación son tareas aún pendientes. Por eso este 12 de octubre ¡que Descubrimiento de América, ni que Día de la Raza, ni que Encuentro de Dos Mundos, ni que ocho cuartos! sino Día de la Resistencia de los Pueblo Originarios de América, a mucha honra, sí señor.

Jaime Francisco Navarro Aguirre

Tomado de Fm Bolivia

Tomado de El Polvorin

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