LOS DILEMAS DE UN JUEZ QUE QUIERE JUBILARSE
La situación de Ricardo Jaime, luego de la aparición de miles de correos electrónicos comprometedores para su persona —en la computadora de su secretario privado—, ha puesto en una complicada situación al juez Norberto Oyarbide, ya que, si avanza contra el ex Secretario de Transporte, deberá exponerse a la posibilidad de que florezcan en su investigación los nombres de funcionarios oficiales de primer y segundo nivel, involucrados en los mismos desaguisados que lo comprometen a este.
Jaime no ha sido cualquier funcionario, sino la mano derecha de Néstor Kirchner, sobre todo a la hora de cobrar los “retornos” más jugosos de la administración K; esto es, los relacionados con el transporte. Miles de millones de pesos fueron administrados por Jaime sin control alguno durante los años que ocupó su cargo al frente de la cartera de Transportes, otorgando dinero discrecionalmente para que le sean devueltas jugosas comisiones.
A la par del desmanejo en esa área, su propio patrimonio comenzó a crecer de manera desmesurada; pero nunca le preocupó que esto ocurriera, ya que contaba con la protección del hombre más poderoso de la Argentina , Néstor Kirchner.
Para garantizarse esa inmunidad, Jaime sabía repartir parte de los retornos recibidos entre los referentes más relevantes del kirchnerismo. Como se ha publicado en este mismo espacio, el ex Secretario sabía visitar al fallecido mandatario con un maletín desvencijado que, según se sospecha, portaba parte del botín a distribuir.
Como sea, no es menor el hecho de que el Gobierno no se haya pronunciado aún sobre el avance judicial sobre Jaime. Ese mutismo llega incluso a los medios oficialistas, que parecen no haberse percatado del hallazgo de los miles de mails encontrados en la computadora de su asesor, Manuel Vázquez.
¿Es parte de una estrategia oficial o es que saben que Jaime será finalmente sobreseído?
Aún es aventurado afirmarlo, pero en los corrillos de Tribunales ya se habla de que Oyarbide no utilizará los escandalosos correos electrónicos como prueba. Es todo un dato.
En estas horas, en los pasillos de Comodoro Py aseguran que el pedido oficial para que Jaime sea sobreseído —o al menos beneficiado con falta de mérito— ya está en curso. El pedido incluye una yapa: que sea antes de fin de año.
Oyarbide hará lo posible e imposible por complacer al poder. En realidad no tiene mucho que perder, ya que ha comenzado a tramitar su jubilación para retirarse de la actividad judicial.
En fin, aunque el oficialista magistrado lograra cumplir su cometido, hay otro expediente que hasta hoy es impermeable al kirchnerismo. Lo tiene en su despacho el juez Claudio Bonadío e investiga la recepción de dádivas por parte de Jaime.
Todo y más ha intentado el Gobierno para torcer la voluntad de ese magistrado, pero no ha tenido éxito: cansado de la presión oficial, Bonadío estaría por elevar el expediente a juicio oral.
Es contra lo que pelea el Gobierno en estas horas, ya que, un hombre como Jaime, acostumbrado a lujos y placeres, no tardaría demasiado en quebrarse en caso de ir a prisión.
Si esto ocurriera, los nombres que podría aportar el ex Secretario coincidirían con parte de la nómina de quienes reportan tareas oficiales en Casa de Gobierno y un importante Ministerio del Ejecutivo.
Christian Sanz
Tomado de tribuna de periodistas
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