CUANDO EL DINERO Y LA POLÍTICA COMPRAN VOLUNTADES
A medida que pasan los meses, tanto la investigación por la denominada mafia de los medicamentos como el triple crimen de General Rodríguez, han ido perdiendo impulso, a fuerza de la presión que diversos “intermediarios” oficiales han comenzado a ejercer cada vez de manera más violenta.
Desde este medio se ha aportado evidencia más que suficiente para que esos expedientes lleguen a buen puerto; sin embargo, el poder político ha sabido utilizar oportuna presión para que no avancen.
La situación ha llegado a tal absurdo que los mismos involucrados en la trama de los remedios “truchos” terminaron asesorando a los familiares de los fallecidos por el triple crimen. Por caso, el abogado Rubén Ramírez, quien se muestra hoy como asesor de Sollange Bellone, fue el soporte jurídico de su marido, el fallecido Sebastián Forza.
“Ramírez asesoró a este en la venta de Megfarm y estaba al tanto de toda la operativa de la efedrina y los medicamentos, asesorándolo en los asuntos jurídicos, de escribanos, y con el tema de los cheques y sociedades”, admitió a este periódico un ex socio de Forza con gran temor.
Independientemente de ello, Ramírez debería explicar cómo es que actualmente aparece como dueño—junto con su esposa— de la farmacia que perteneció a Forza, ubicada en Viamonte 1483. No casualmente, allí aparece también la sombra de Marcos Hendler, titular de la sospechada Droguería Urbana y testaferro de Hugo Moyano.
Como puede verse, los negocios han sido más importantes que la búsqueda de la verdad. No es algo azaroso: el dinero que han logrado colectar muchos de los que se han involucrado en la venta de fármacos adulterados, suma varios millones de pesos. Parte de ese dinero, es el que hoy compra las voluntades más insospechadas. Según relevantes fuentes judiciales, casi todos los abogados que aparecen relacionados al expediente de los remedios “truchos” y el triple crimen, han negociado para avanzar solo hasta cierto nivel de responsabilidades. Obviamente sin salpicar a los peces gordos.
“Hay una excarcelación, la de (Alfredo) Abraham, detenido en febrero de 2009 si mal no recuerdo, en la que se negoció plata grande. Pierri estuvo detrás de Alfredo Sobrino (el abogado que lo defiende en la causa de encubrimiento, de Morón), e hizo el contacto con (el juez Federico) Faggionato Márquez”, admitió el informante.
Respecto a Pierri, hay un dato que ha pasado casi desapercibido. Tiene que ver con la decisión tomada por
Concluyendo
Mientras estas líneas terminan de escribirse, un peritaje recibido hoy por
En fin, con expedientes que se encuentran en manos de una justicia cómplice, con abogados corruptos y la presión del poder político, no hay mucho más por hacer para esclarecer semejantes hechos.
Christian Sanz
Tonado de Tribuna de periodistas
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