CHACO |
El Centro de Estudios Nelson Mandela, que en 2006 había denunciado que los aborígenes chaqueños estaban sufriendo un “exterminio silencioso”, puso nuevamente el alerta sobre el sistema sanitario. El Gobierno reconoce que la zona es crítica aunque niega falencias. La inmensa mayoría de la población indígena de la zona sobrevive con escasa calidad de vida, bajo los efectos de la desnutrición, mal nutrición o anemia
Por Bruno Martínez / Portal Notio
La muerte de una beba wichí por errores graves en la atención, sumado al avanzado estado de desnutrición de un hombre toba de 45 años que a pesar de vivir a 200 metros de un puesto sanitario no recibe atención médica adecuada, pusieron otra vez en el ojo de la tormenta a todo el sistema sanitario de El Impenetrable chaqueño. La zona es considerada como una de las más sensibles a nivel social del Chaco ya que sobre gran parte de ella pesa una medida cautelar dictada en 2007 por la Corte Suprema de Justicia donde se exige a los Estados nacional y provincial proveer de alimentos, agua y medicamentos a las comunidades aborígenes para evitar que continúe su “exterminio silencioso”.
La nueva denuncia pública surgió a fines de noviembre y fue dada a conocer por el Centro de Estudios Legales y Sociales “Nelson Mandela”, institución que en 2006 alertó sobre la muerte en masa de aborígenes a causa de la desnutrición y por enfermedades vinculadas con la pobreza. Los casos denunciados esta vez fueron dos. El primero tiene que ver con el fallecimiento de una bebé por graves falencias en lo que tiene que ver con las derivaciones médicas.
Según explicó a Notio el coordinador de la ONG , Rolando Núñez, una madre wichí, embarazada de gemelos, que estaba por dar a luz en el hospital de Castelli fue enviada de regreso a su casa en la localidad de Nueva Pompeya (a unos 200 kilómetros de distancia), aún cuando se encontraba en precarias condiciones de salud. Cuando se presentó el momento del parto, nuevamente fue derivada a Castelli. En el trayecto, la mujer estaba con fuertes contracciones. El alumbramiento era inminente. Con sólo un enfermero a bordo de la ambulancia, intentaron atenderla en el puesto sanitario de la localidad de Las Hacheras, por donde pasaron camino al hospital, pero estaba cerrado. Parió en la ambulancia. Una de las bebas murió.
El otro caso tiene que ver con un indígena de la etnia toba, de aproximadamente 45 años. El mismo, según el Centro Mandela, presenta al día de hoy una severa desnutrición. El hombre dialogó con la ONG y señaló que estaba enfermo de tuberculosis desde hacía muchos años, sin tratamiento actual. Lo curioso del caso es que el paciente vive a sólo 200 metros del puesto sanitario de El Espinillo. Además de estos casos, Núñez señaló que actualmente hay una seria falencia en cuanto a los insumos y medicamentos en la Región Sanitaria V, que abarca todo El Impenetrable.
Alertas
Alertas
Esta alerta de la ONG coincide con la que realizó en octubre de este año en un informe remitido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en el marco de la comunicación periódica que la CIDH le solicitó hacer respecto de cómo se está cumpliendo la medida cautelar de la Corte. En el documento, el Centro Mandela desmintió las más que positivas aseveraciones que recibió el organismo por parte del Gobierno chaqueño en lo referido a la situación en El Impenetrable.
“Los hechos denunciados (…) fueron una realidad de la anterior gestión. La estructura sanitaria estaba muy deteriorada, y ello fue materia de judicialización”, había destacado a la CIDH el subsecretario de Salud Pública del Chaco, Rafael Sabattinelli. “En la nueva gestión se inauguró el nuevo Hospital de Castelli (…); se empieza otra obra, el Hospital de Bermejito (…), se repararán puestos sanitarios y se hallan en construcción otros 22; se elevó a 772 los Agentes Sanitarios Bilingües a fin de revertir la discriminación del agente sanitario criollo”, detalló el funcionario.
A esta aseveración, el Centro Mandela respondió: “La estructura sanitaria (de El Impenetrable) continúa muy deteriorada: casi todas las instalaciones de la zona (…) continúa muy golpeada como consecuencia de muchos años de falta de mantenimiento, reparación e inversión en las instalaciones y equipamientos sanitarios”. La ONG señaló asimismo que las comunidades indígenas siguen teniendo “dificultades estructurales” para acceder a “una atención, oportuna y plena, en el sistema sanitario”. Y remarcó: “La inmensa mayoría de la población indígena de la zona sobrevive con escasa calidad de vida, bajo los efectos de la desnutrición, mal nutrición o anemia”.
Consultado por Notio sobre el planteo de la ONG , el presidente del Instituto del Aborigen Chaqueño (IDACh), Orlando Charole, coincidió al señalar que la Salud Pública no está funcionando del todo bien en esa región, donde una de cada cuatro personas tiene necesidades básicas insatisfechas. “La cuestión sanitaria aún se encuentra en un estado muy crítico, a pesar de que se ha hecho mucho a nivel alimentario”, reconoció el dirigente aborigen.
Charole indicó que el trabajo en Salud es “bastante desordenado” y remarcó: “Nosotros hemos seguido con atención los primeros meses de este año y hemos encontrado muchos internados por tuberculosis en Pampa del Indio y algunos también han fallecido por esto”. Para el funcionario, la clave en el mejoramiento de la atención tiene que ver con trabajar coordinadamente y “sin banderías partidarias”.
No sólo Núñez y Charole tiene una visión crítica sobre lo que ocurre en El Impenetrable. De acuerdo con el último informe disponible que realizó la Defensoría del Pueblo de la Nación -siempre en el marco del cumplimiento de la medida cautelar de la Corte- y tras una recorrida realizada en abril de este año, la situación en la zona continúa siendo complicada. Del documento de la Defensoría surgió que, a pesar de las acciones llevadas a cabo por los Gobiernos provincial y nacional, se mantiene “una crítica situación social” en las comunidades aborígenes. Se constató, por ejemplo, que la ayuda destinada a paliar el déficit primarios en materia de agua potable, alimentos, medicamentos y atención sanitaria no ha resultado suficiente.
No generalizar
No generalizar
A pesar de los cuestionamientos, uno de los directores de la Región Sanitaria V, Belzor Miño, minimizó la última denuncia del Centro Mandela al considerar que son casos aislados (el de la beba y el del hombre toba desnutrido) que no pueden ser generalizados, al tiempo que negó que falle el sistema sanitario destacando que no faltan medicamentos ni insumos, al menos en la región que él comanda. De todos modos, reconoció que las dificultades sociales persisten en el territorio.
“Siempre ha habido problemas porque es una de las zonas más pobres del país. Pero este Gobierno está combatiendo esta realidad con políticas de corto, mediano y largo plazos. Lamentablemente, faltan obras de infraestructura básica; caminos, energía y agua. Por eso, estamos buscando garantizar eso para que después se genere desarrollo y ocupación”, le aseguró Miño a Notio.
El médico sostuvo también que en la zona las comunidades aborígenes continúan sufriendo lo que denominó como “enfermedades sociales”. “¿A qué se refiere?”, consultó este medio. “Fundamentalmente desnutrición, aumento de mortalidad infantil, tuberculosis, sífilis, y un flagelo que está entrando ahora que es el de las adicciones, la marihuana”, indicó.
En este marco, como resultado de la denuncia del Centro Mandela y a pesar de que los funcionarios del área señalan públicamente que hay problemas mínimos en El Impenetrable, Capitanich se reunió con funcionarios de Salud Pública y directores de la Región Sanitaria V para concretar un plan que busque mejorar la atención en la zona.
Tomado de redaf,org.ar
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