Nuestros próceres lucharon por la independencia y la libertad, pero ¿somos libres hoy?...
Ellos lograron el objetivo y se quitaron la corona española de encima… tanto saqueo, tanta especulación tiene un límite… ¿Pero somos libres?
Libre debería ser el agua, manejada hoy por empresas extranjeras.
Libres deberían ser nuestras montañas, devastadas hoy por mineras extranjeras.
Libre debería ser nuestro campo, ocupado hoy por multinacionales agrarias.
Libre debería ser el petróleo, sobre-explotado hoy por empresas transnacionales.
Libres deberían ser los alimentos, pero perdimos la soberanía alimentaria
Libres deberían ser las ideas y la expresión, y no se puede por los monopolios mediáticos.
Libres deberíamos ser de la enfermedad, pero estamos atados a laboratorios extranjeros, pesticidas, hormonas en carnes y leche, conservantes peligrosos.
Libres deberían ser nuestras rutas, pero al peaje se lo llevan extranjeros.
Libre debería ser nuestra moneda, pero la deuda nos ata… gracias a los que la diseñaron BM, FMI y la banca extranjera.
Libre debería ser la educación, pero la transformaron para que no forme, sino que deforme.
Libres, libres, libres… Eso debemos replantearnos. ¿Queremos la libertad de la misma manera que la quisieron nuestros próceres?
La libertad cuesta mucho. La independencia es minada por corridas financieras, por híper inflación, por fondos buitres que manejan el flujo de dinero del pueblo. Es minada por la especulación de la industria alimentaria foránea, poniendo precios internacionales para que no consumamos y puedan exportar.
Independencia, es una palabra muy bella, pero en su conquista debería llevar a un pueblo unido hacia un objetivo en común… conquistarla.
Sí, conquistar la independencia, sacarnos de encima tanto buitre suelto y proponer nosotros mismos las reglas de juego. Apostar a nuestra gente, producir alimentos sanos, escuelas sanas, medicamentos para sanar, energía sana, limpia y renovable, científicos sanos, emprendedores sanos, comerciantes sanos…
¿Somos libres? ¿O es sólo una expresión, un deseo? Tirando de la raíz, del corazón de la realidad ¿podremos hoy conquistar la libertad?
Hay muchas personas que nos marcan el camino, asambleistas en contra de la minería y a favor de la vida nos gritan que despertemos. Asambleistas en Entre Ríos que denuncian la barbarie del envenenamiento, y muchos ambientalistas que se animaron a denunciar los millones de toneladas de agrotóxicos vertidos a la tierra… Todos ellos necesitan de nuestro apoyo porque en definitiva, están luchando por la vida de nuestros hijos. Nos marcan el camino y los estamos dejando solos… será por el qué dirán, será porque cuidamos demasiado las formas, no sé, pero lo cierto es que los dejamos solos cuando en verdad, en éste camino a la libertad, deberíamos estar todos unidos.
En el bicentenario de la patria, no vale desear lo mejor, sino reflexionar si en verdad estamos honrando a nuestros próceres…
Un cordial saludo
Alejandro Romero
Calentamientoglobal@ymail.com