REFLEXION

PUEDEN ACUSARME DE HABER FRACASADO; PERO NUNCA DE NO HABERLO INTENTADO

Vistas de página en total

viernes, 6 de noviembre de 2009

ACERCA DE LOS PARTIDOS POLITICOS

Cada vez se sustenta más mi tesis, elaborada hace ya unos 25 años, de que los partidos políticos, tal cual los conocimos y cuyos cadáveres se niegan a desaparecer, deberían estar en donde pertenecen, en una vidriera del museo de la historia. Con una leyenda donde conste el agradecimiento de la humanidad toda a los servicios prestados mientras fueron imprescindibles para que la masa se organizara políticamente en defensa de sus derechos y/o para conseguir hacerse del poder real. Pero la HISTORIA es pura dinámica de cambio y lo que hasta ayer era imprescindible puede ser hoy obsoleto y mañana contraproducente. Y los partidos políticos no son la excepción. Los hechos lo confirman tozudamente y no hay peor ciego que el que no quiere ver. La patética historieta del fa lo confirma plenamente. De ser, o decir que era, un partido de izquierda, capaz de realizar los cambios anhelados para la sociedad oriental, (no voy a hablar de REVOLUCION porque esa camiseta siempre le quedó grande), pasó a ser un partido más, burgués como el que más, preocupado más por las migajas del queso que la burguesía “generosamente” les tira al piso con desdén, y por ocupar algún que otro silloncito desvencijado que les de chapa de políticos en el abyecto y tradicional significado del término, que por cumplir con su cacareada función histórica. Y que me perdonen los frenteamplistas que aún hoy siguen creyendo honesta y sinceramente en toda esa verseada. Que los hay. Muchos y valiosos compañeros, capaces de hasta ofrendar su vida, lo cual ya ha quedado demostrado. Pero no puede un noble sentimiento opacar la razón y el análisis objetivo de las cosas. Basta observar la realidad cruda y sin anteojos de diversos colores. Y ponerse a trabajar buscando crear la organización que vuelva a nuclear a la masa desposeída políticamente para dar la batalla que hoy los partidos no están dispuestos a dar, entrampados y cooptados por el sistema. Del mismo modo y con la misma intensidad mediante la cual esos partidos fueron creados en el periodo histórico adecuado. Como ven, no estoy proponiendo el fin de la historia, argumento que usan normalmente cuando expongo esa idea. No estoy diciendo: los partidos no pueden realizar los cambios, vámonos a casa a tomar unos mates con la patrona o a jugar un truco en el boliche del barrio, pues ya no hay nada que hacer, y cada tanto, cuando nos pidan un voto se lo damos y que siga la joda. Muy por el contrario ahora es cuando hay que redoblar esfuerzo y exprimirse el seso para crear esa organización, y aprovechar el momento de crisis para que pueda nacer con solo los inconvenientes del parto natural.

No hay comentarios: