REFLEXION

PUEDEN ACUSARME DE HABER FRACASADO; PERO NUNCA DE NO HABERLO INTENTADO

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sábado, 9 de enero de 2010

¿DEUDA EXTERNA O ETERNA? ¿HAY ALGUNA SOLUCION?


Ha quedado demostrado palmariamente cuanto hay de ilegítimo y fraudulento en dicha deuda. Diseñada para que funcione como una gigantesca bomba de succión del producido del trabajo de los pueblos por un lado, y como herramienta de dominación para quienes la sufren por otro. Y que gobiernos impuestos por esos mismos acreedores con diferentes artilugios, cuando no a garrotazo limpio, en un ataque de pundonor digno de mejores causas, se matan por “honrar la deuda”. Eso sí, que sea con la sangre, sudor y lágrimas de sus pueblos. Ningún político muere pobre. Aunque para los ilusos de siempre ande en zapatillas y sin corbata.
Volviendo al tema de la deuda y a su, o sus, posible/s solución/es, recuerdo un chiste de judíos que oí ya ni se donde.
Se va Abraham a la cama pero no puede dormir. Vuelta para aquí, vuelta para allá y el insomnio que es más fuerte que el cansancio. Como a las 2 de la madrugada, su mujer, Rebeca, que tampoco podía conciliar el sueño por la actividad de su esposo, prende la luz, se sienta en la cama y con cara de pocos amigos le pregunta a su esposo, ¿Qué te pasa Abraham?. Abraham apesadumbrado por las molestias que esta causando a su esposa, compungido, le cuenta. Sucede que mañana vence documento de la deuda que tengo con Isaac y no pude reunir la plata para pagarle. Eso me tiene al borde de la desesperación y por eso no puedo dormir. Rebeca pega un bufido, se levanta, se viste y se va ante la mirada atónita de Abraham, que queda petrificado pensando que la bronca era con él. Al rato regresa Rebeca, se desviste y se mete en la cama. Abraham, entre temeroso y preocupado le pregunta: ¿Dónde fuiste Rebeca? . Y Rebeca, entre bostezo y bostezo, con toda naturalidad le dice: fui a lo de Isaac y le dije que mañana no podrías pagarle el documento. Ahora, apaga la luz y duerme tranquilo, el que perdió el sueño es Isaac.
¿Hay solución para el problema de la deuda?. Sin duda . NO PAGARLA. No es moral eludir el pago de una deuda. Pero si te prestan cien y te quieren cobrar cien mil es una estafa. Y la estafa es delito, es inmoral. Y si querer cobrar de esa forma es inmoral, pagarla en esos términos es más inmoral. De modo que no hay justificativo alguno para pagar la deuda así establecida. Como en el cuento Abraham, (el pueblo), puede, (después de trasferirle el problema a Isaac, el imperio), dormir tranquilo. Sólo falta que aparezca una Rebeca, (un gobierno realmente popular, que tenga lo que hay que tener), para, en defensa de la tranquilidad de Abraham, (el pueblo), decirle a Isaac,(el imperio), no vamos a pagar la deuda.
Sé que ante este aparente simplismo, los tecnócratas paniaguados del sistema van a pegar alaridos como si les hubieran pisado callos y juanetes. Ellos lucran y viven de mantener esta engañapichanga de la deuda como una espada de Damocles sobre nuestras cabezas infundiéndonos temores apocalípticos en cuanto a esa simple idea. De avivarse algún pueblo, se quedarían sin laburo fijo. Sólo unos pocos serían premiados con conferencias alrededor del mundo bien pagadas para seguir difundiendo sus ganzadas económicas adornadas con un lenguaje cantinflesco en un guirigay que a pesar de haberlo inventado, ni ellos entienden.
Lenin decía, palabras más o menos, que la economía de un país podría ser bien manejada por un ama de casa común y corriente. Sendic, en su manual de economía, utiliza un ejemplo parecido asimilando la economía familiar a la economía del país.
Analicemos pues algunas de las cosas que nos objetarían los sesudos y sabihondos economistas. Si no pagamos quedamos aislados del mundo y de los “mercados de capitales”. Punto uno: los “mercados de capitales” no son otra cosa que mercados de la usura y estafa internacional. Son capaces de prestarnos nuestra plata, (depositada en sus bancos), por la cual nos pagan irrisorios intereses, a tasas cuatro o cinco veces mayores lo cual incrementa la deuda en progresión casi geométrica. Con solo un simple asiento bancario. La guita por supuesto nunca la vemos. Pero la deuda así agrandada sí. De modo que si nos hacen el inmenso daño, castigándonos y excluyéndonos de su circuito perverso, en realidad nos estarían ahorrando una masa de dinero que podríamos aplicar a desarrollar nuestros países invirtiendo ese dinero en darle mejor calidad de vida a sus habitantes, por ejemplo. Pero surge un inconveniente y ahí sí tienen razón. En adelante habría que pagar lo que consumimos en el exterior al contado, cash, Tiki-taka. Habría que dejar de consumir, por ejemplo, whisky importado, coches de alta gama, yates despampanantes, aviones para uso privado, caviar, francachelas privadas y estatales en el exterior con el cuento de “desarrollar las buenas relaciones y la cooperación” con otros paises, etc. Como se aprecia, la falta de estos artículos de primera necesidad, impactaría negativamente en el pueblo trabajador y sobretodo en los habitantes de barrios marginales que verían reducida aún más de lo que está hoy su calidad de vida.
Cuando en Argentina se planteó este tema se hizo un estudio y se determinó que la economía era dependiente de insumos extranjeros apenas en un 30%, buena parte de ellos sustituibles con producción propia a corto y mediano plazo. No hay otros estudios serios, al menos que yo conozca, sobre el tema. Pero intuyo que en algunos puntos en más o en menos, nuestras economías soportarían, aún con dificultades esa supuesta aislación. Que no sería tan absoluta. Hay países que necesitan algunos de nuestros productos tanto como nosotros precisamos de algunos de los suyos y el intercambio seguiría siendo fluido. La experiencia que se está implementando con el ALBA va por esos rumbos y es perfectamente factible. Y si no alcanzan los tecnicismos, está el ejemplo de Cuba. Que sobrevive después de 51 años de bloqueo económico salvaje. Con los pocos elementos con que la dotó la naturaleza, pero con un sistema político y económico, que con todas sus deficiencias, ha provisto de salud, educación, trabajo, vivienda a su pueblo en niveles que superan en muchos casos a los países imperialistas que depredan recursos por todo el planeta, malgastándolos principalmente en guerras genocidas. Un pueblo que a base de esfuerzo, inventiva y sacrificio está capeando la agresión constante a la que es sometido, mostrando a quien lo quiera ver que esos atributos han sido suficientes para dar por tierra los pronósticos apocalípticos de los tecnócratas imperialistas.
Hay solución pues, y es posible para la deuda externa. Pero depende fundamentalmente de quien maneje el poder. Si el pueblo no puede recuperar el poder que le fue usurpado por la clase dominante, y esta continúa manejando al Estado, maquinaria represora y de dominio, no habrá posibilidad alguna de solución al problema. Estamos hablando de poder real y no de gobierno al que solo se accede a través de la trampa electoral y del cual el pueblo como sujeto de cambio está expresamente excluido. Aquello de LUCHAR, CREAR, PODER POPULAR, ya no es una mera consigna de barricada. Es ni más ni menos el eje de la lucha que decidirá el destino de las próximas generaciones del país y por extensión de la humanidad toda.


JUAN DELLEPERE

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