REFLEXION

PUEDEN ACUSARME DE HABER FRACASADO; PERO NUNCA DE NO HABERLO INTENTADO

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domingo, 13 de diciembre de 2009

ACERCA DE LA NAVIDAD



No creo en la Navidad. Al menos en la navidad de estampita que nos han vendido desde que tengo uso de razón.
La navidad de la comilona. Asado, vino, cerveza, sidra, pan dulce, turrón y otras menudencias que varían según el lugar que uno ocupe en la estructura económica. Que va desde el guiso carrero al caviar.
La navidad del arbolito, el pesebre. Papá Noel, la nieve, todos elementos prestados que nada tienen que ver con nuestra idiosincrasia.
La navidad del brindis, de los besos y los abrazos del 24 a las 12 deseando paz y felicidad, muchas veces por tradición, y que cumplimentada religiosamente, a las 48 horas desaparece desnudando de nuevo todas nuestras miserias humanas.
La navidad que supone el festejo por el nacimiento de un ser especial que cambiaría con sus hechos y actitudes al ser humano. Pero festejo y festejado han sido vaciados de contenido para anular su misión histórica. Al punto de que históricamente no han quedado constancias de su obra. Apenas las citas en los anales romanos que detallan su muerte en una cruz. Que sólo podemos calibrar al leer entrelíneas lo que sus supuestos seguidores han filtrado y han dado el valor de dogma, de algo que no se discute. Y que cuadra perfectamente con sus ambiciones políticas. Hasta hoy. Poco o nada se dice de su rebeldía contra el orden opresor establecido. Representado en su época por el imperio romano y la iglesia judía. Todavía no había sido dicho pero ya la religión era el opio de los pueblos. Rebeldía que lo llevó a decir que el no había venido al mundo a traer paz, sino espada. No la paz impuesta por la violencia del poderoso que humilla a quien la padece, sino la espada que representa justamente la rebeldía de quien no quiere ser y permanecer humillado. La misma rebeldía que lo impulsó a echar violentamente del templo a quienes hacían de la fe sincera del pueblo un pingüe negocio. Cualquier parecido con nuestra realidad actual no es una simple coincidencia. Se sigue repitiendo el esquema.
Hasta el amor, sentimiento que guiaba sus actos fue tergiversado, para sacarlo de su encuadre revolucionario. (Porque eso es lo que era en definitiva).” No hay amor más grande del que da la vida por un amigo”, sentenció. Y no fue para figurar en la foto de una estampita o para trasformarse en un icono que adorne templo alguno que llevó hasta sus últimas consecuencias su dicho. Dos mil años después otro revolucionario declaró que no se concibe un revolucionario sin amor.
Una cruz y una ráfaga de ametralladora los hermanó en ese amor a la humanidad. Amor que terminará aboliendo para siempre imperios y religiones a su debido tiempo.
Navidad está relacionado con natividad, nacimiento. Es en esa Navidad en la que creo. El nacimiento de una nueva era en la historia de la raza humana. Al decir de J. Lennon, sin dinero, sin patrias, sin religiones, solo una hermandad de seres humanos.
Y es en ese espíritu y pensando en ese nacimiento que ahora sí cabe el deseo sincero y ferviente de ¡FELIZ NAVIDAD!

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